Recursos naturales

Medio ambiente:

¿Qué es el medio ambiente?

El medio ambiente es todo lo que nos rodea: es el espacio en el que se desarrolla la vida de los seres vivos y que permite la interacción de los mismos, se compone de elementos abióticos (sin vida) y bióticos (con vida), e incluso por elementos artificiales.


Recursos naturales

Los recursos naturales son aquellos recursos que nos provee el planeta y que nos ayuda con la vida. Son múltiples y variados, y se clasifican en 3 tipos de acuerdo con su disponibilidad y sus posibilidades de recuperación o regeneración:

  • Recursos renovables: aquellos que se pueden renovar de forma natural si no se sobrepasa su tasa de renovación. Este concepto en algunos casos puede no ser adecuado, ya que algunos de estos recursos pueden dejar de ser renovables si la tasa de uso lleva a su agotamiento, como el agua (limpia), la fauna, la flora…
  • Recursos no renovables: aquellos cuya tasa de renovación es extremadamente lenta, excede el tiempo del ciclo de vida “humano”, es decir, bajo nuestro prisma antropocéntrico, una vez utilizados, se agotan. Estos suelen ser los combustibles fósiles, minerales metálicos y no metálicos, etc.
  • Recursos inagotables: son aquellos recursos que no se agotan por su uso, como el viento, el sol, los hidráulicos (que no es lo mismo que el agua en sus distintas formas), etc.

Recursos naturales hay muchos, como la flora, fauna, suelo, agua, aire[N2] , minerales (cobre, plata, oro, plomo, granito, arcilla, yeso, mármol, uranio, coltán), energía del sol, energía de viento, etc.

Los recursos naturales son fundamentales para la vida de las poblaciones humanas, ya que todo lo que tenemos y usamos proviene (ya sea de forma directa, o mediante alguna transformación química), de los recursos naturales. Y de hecho, lo más fundamental para nuestra vida, el alimento, el aire para respirar, el agua para beber, todo descansa en recursos naturales renovables, pero no inagotables.

En las últimas décadas ha habido un impulso de la economía ambiental, que relaciona el valor económico de los recursos naturales, de modo que los pone en un nivel práctico que les otorga un valor, y es que recursos naturales son importantes para las sociedades humanas por contribuir a su bienestar y a su desarrollo de manera directa. La economía ambiental pretende internalizar las externalidades y al asignarles un valor, se impulse su protección y valoración de su importancia.

¿Y para qué nos sirven los recursos naturales? Lo primero que viene a la mente es lo más básico para la vida humana, como es la alimentación, respirar, el agua, la vestimenta, la construcción de nuestras viviendas, la energía… pero, más bien, ¿hay algo de lo que tenemos que no esté vinculado al uso y disfrute de los recursos del planeta? Toda actividad económica depende de los servicios ecosistémicos. Incluso el bienestar físico y emocional, y el vínculo cultural está presente y asociado con los medios naturales. 

Sobreexplotación de los recursos naturales

La gran mayoría de los recursos naturales son explotados por las poblaciones humanas para su uso en los ciclos de vida. Esta explotación tiene diferentes tasas y alcances dependiendo de quien es el “origen explotador” (de esto hablaremos más adelante). Y una gran parte de estos recursos explotados (extraídos, utilizados) no son renovables, o su tasa de renovación es mucho menor del uso que se está haciendo de ellos. Esto significa que la situación actual global mayoritaria es una sobreexplotación del medio natural y los recursos vitales que nos provee.

Si bien es cierto que determinados pueblos mantienen un equilibrio con el sistema natural del entorno en cuanto al uso y al retorno, el sistema capitalista y globalizado que sustentamos ha dejado de lado con frecuencia (o casi siempre) el cuidado del equilibrio ambiental.

Según el Informe Planeta Vivo del 2016 y del 2018 de WWF, desde principios de la década de los setenta del siglo XX, los seres humanos demandamos más de lo que el planeta puede reponer. En 2012 se necesitaba la biocapacidad [N3] equivalente a 1,6 planetas para suministrar los recursos naturales y los servicios que la humanidad consumió ese año. Y este dato tiene una tendencia de crecimiento año con año.

Los datos nos reflejan una realidad alarmante. Algunos ejemplos: en términos brutos, desde 1990 han desaparecido 239 millones de hectáreas de bosques naturales, el 30% de la superficie terrestre mundial ha sufrido una degradación considerable, una disminución de la capacidad de la tierra para prestar servicios de los ecosistemas y garantizar el desempeño de sus funciones durante un periodo de tiempo determinado. Durante las últimas tres décadas, se ha degradado un tercio de los pastizales, un cuarto de las tierras agrícolas y casi una cuarta parte de los bosques, En 2014, casi 50 países sufrieron estrés hídrico o escasez de agua (comparado con los 30 países que lo sufrían en 1992), el porcentaje de peces que está en los niveles biológicamente sostenibles disminuyó desde un 90% en 1974 hasta un 68,6%, en 2013, (más, que hay muchos).

No hay precedentes de las pérdidas actuales de biodiversidad y ecosistemas, y en todos los lugares del mundo.

(Fuentes: https://wwf.panda.org/es/noticias_y_publicaciones/publicaciones/informe_planeta_vivo_2016/

https://www.wwf.es/nuestro_trabajo/informe_planeta_vivo_ipv/)

Límites Planetarios

Los límites planetarios es un concepto que surge de la publicación de Johan Rockström y sus colaboradores en la revista Nature en el 2009, “A safe operating space for humanity”. En este artículo se definen estos límites como el espacio operativo seguro para el desarrollo de la humanidad con respecto al sistema terrestre y que están asociados con los subsistemas y procesos biofísicos del planeta. Aunque los complejos sistemas de la Tierra a veces responden sin problema a las presiones que sufre, parece que esto será más bien la excepción que la regla. Muchos subsistemas de la Tierra reaccionan de forma no lineal, a menudo es una reacción abrupta, y son particularmente sensibles a los niveles umbral de ciertas variables clave, es decir, son muy sensibles a los cambios. Si se cruzan estos umbrales, entonces subsistemas importantes, como el sistema monzónico, podrían pasar a un nuevo estado, a menudo con consecuencias perjudiciales o incluso desastrosas para las poblaciones humanas.

(Fuente: https://www.nature.com/articles/461472a)

Los subsistemas de los nueve Límites Planetarios son: 1-integridad de la biosfera (o destrucción de los ecosistemas y la biodiversidad); 2-cambio climático; 3-acidificación del océano; 4-cambio del uso del suelo; 5-uso insostenible del agua dulce; 6-perturbación de los flujos biogeoquímicos (aportes de nitrógeno y fósforo a la biosfera); 7-carga atmosférica de aerosoles; 8-contaminación generada por nuevas sustancias (productos nuevos generados por el ser humano, como contaminantes químicos, organismos genéticamente modificados, nanomateriales, microplásticos y residuos nucleares) y 9-agotamiento del ozono de la estratósfera (Steffen et al., 2015 – Informe Planeta Vivo 2016 (WWF)).

CONSECUENCIAS DE LA SOBREEXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES

El estado actual de la vida de las poblaciones humanas en la Tierra tiene sobrepasado el consumo de los recursos naturales de los que disponemos. Todos los índices o sistemas de medición establecidos (huella de carbono, huella hídrica, límites planetarios, etc.), o las tasas de pérdida de biodiversidad, de emisiones de carbono, u otros, apuntan hacia una descompensación masiva, un desequilibrio que, en términos antropocéntricos, además del daño a tanta cantidad de seres vivos no humanos y sistemas naturales, camina hacia el colapso de la calidad de vida de las poblaciones humanas.  

La explotación por encima de las capacidades de la Tierra y sin un control esencial que apunte a la sostenibilidad tiene números efectos. Algunos de ellos se enumeran a continuación, pero existen un sinfín más, muchas veces a niveles micro pero que determinan efectos en la escala macro:

  • Ambientales: la perturbación (deterioro, desaparición) de los hábitats necesarios para la flora y la fauna propicia la extinción de especies, y se está produciendo en una escala exponencial. Se estima que existen un millón de especies bajo amenaza de extinción, y no se tiene certeza de cuantas especies ya han desaparecido, contando los diferentes reinos, es decir, animales, vegetales, hongos, bacterias… esto también afecta a la integralidad de los ecosistemas que conocemos, y puede significar el desbaratamiento del orden natural.
  • Para la salud: la eliminación de superficies forestales acerba los efectos de la contaminación del aire por el aumento del CO2, ya que se disminuye la captación de este gas. También la destrucción de los arrecifes de coral impacta en este sentido, ya que son enormes sumideros de carbono, es decir, absorben el carbono de la atmósfera y contribuyen a reducir la cantidad de CO2 del aire. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayor parte de la población de todo el mundo respiran aire con altos niveles de contaminantes y siete millones de personas mueren cada año por la contaminación del aire.
  • Económicos: una gran parte de los suelos del planeta se encuentra ya degradado, aunque en diferente grado, siendo más vulnerables a la desertificación. Si la erosión de suelo fértil continúa al mismo ritmo que hasta ahora, esto producirá una limitación de la capacidad productiva de los suelos, y por tanto mayores dificultades de obtener cultivos, y mayores precios de éstos, y muchas dificultades para el pequeño campesinado para sobrevivir de esta actividad. [tengo que poner más económicos]
  • Sociales: obtener el control de los recursos naturales, especialmente el petróleo y los diferentes tipos de minerales, pero también el uso del suelo y de los territorios y de los bosques, está detrás de numerosas guerras, conflictos armados internos, conflictos sociales y asesinatos.  Además, algunos de los recursos, como el agua, ya va camino de convertirse en un elemento muy preciado y aun menos accesible para para las poblaciones de lo que ya lo es.
  • Culturales: muchos de los espacios naturales tienen una vinculación en la cultura de las poblaciones que lo habitan; este vínculo cultural suele remontarse a los ancestros, y está relacionado tanto con los espacios en sí, como con las otras especies que lo habitan. La destrucción de los hábitats naturales para su explotación (desforestación para agricultura, destrucción de entornos para minería, etc.) rompe este vínculo cultural, en muchos casos de forma irrecuperable.

OTROS IMPACTOS AMBIENTALES: CAMBIO CLIMÁTICO Y CONTAMINACIÓN

SOLUCIONES A LA SOBREEXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES

La situación que se atraviesa actualmente con los recursos naturales y en general con todos los sistemas naturales de la Tierra se está abordando en diferentes espacios internacionales, que promueven una agenda global en la que una gran parte de países se incluyen o se vinculan con la ratificación de acuerdos. Las dos de mayor relevancia son: los Objetivos de Desarrollo Sostenible [N6] 2030 (ODS, o Agenda 2030), que además de buscar un uso sostenible de los recursos naturales, tiene entre sus objetivos la búsqueda de la calidad de vida para todas las personas del mundo en sus múltiples dimensiones; y el Acuerdo de París, concebido como el primer pacto mundial vinculante en defensa del clima del planeta. Además, existen otros muchos convenios internacionales que marcan las regulaciones frente a distintos aspectos, tales como la biodiversidad, el tráfico de especies exóticas, etc.

Aunque todos los ODS apuntan de alguna manera hacia alcanzar metas con un enfoque sostenible, algunos de los planteamientos que se extraen de la Agenda 2030 de los ODS de forma específica para los aspectos ambientales son:

ODS 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles

  • gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales
  • reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial
  • gestión ecológicamente racional de los productos químicos y de todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida
  • reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización
  • avanzar hacia modalidades de consumo y producción más sostenibles, en todos los países y para todos los actores (públicos, privados)
  • Racionalizar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles

ODS 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos

  • Incorporar medidas relativas al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales
  • Mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación del cambio climático, la adaptación a él, la reducción de sus efectos y la alerta temprana
  • Cumplir el compromiso de los países desarrollados que son partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático

ODS 14: Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible

  • prevenir y reducir significativamente la contaminación marina de todo tipo
  • gestionar y proteger sosteniblemente los ecosistemas marinos y costeros
  • Minimizar y abordar los efectos de la acidificación de los océanos
  • reglamentar eficazmente la explotación pesquera y poner fin a la pesca excesiva, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada y las prácticas pesqueras destructivas
  • conservar al menos el 10% de las zonas costeras y marinas
  • prohibir ciertas formas de subvenciones a la pesca que contribuyen a la sobrecapacidad y la pesca excesiva
  • Facilitar el acceso de los pescadores artesanales a los recursos marinos y los mercados
  • Mejorar la conservación y el uso sostenible de los océanos y sus recursos

ODS 15: Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad

  • velar por la conservación, el restablecimiento y el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y los ecosistemas interiores de agua dulce y los servicios que proporcionan
  • promover la gestión sostenible de todos los tipos de bosques, poner fin a la deforestación, recuperar los bosques degradados e incrementar la forestación y la reforestación
  • luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones
  • velar por la conservación de los ecosistemas montañosos, incluida su diversidad biológica,
  • adoptar medidas urgentes y significativas para reducir la degradación de los hábitats naturales, detener la pérdida de la diversidad biológica
  • Promover la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos
  • medidas urgentes para poner fin a la caza furtiva y el tráfico de especies protegidas de flora y fauna
  • prevenir la introducción de especies exóticas invasoras